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miércoles, 29 de julio de 2015

Una Vida Vacía. Jeremías 22.

Hoy en día encontramos a muchas personas que podríamos decir que lo tienen todo para ser felices pero siempre los vemos con un corazón amargado.
Encontramos a otros que no tienen todo lo que tanto anhelan todos los días se levantan afanados a trabajar fuertemente para conseguir lo que quieren pero por mucho que se esfuerzan parece que la felicidad cada día está más esquiva.
Que hace que estas personas teniéndolo todo y los otros esforzándose para lograrlo sientan que su vida cada día está más vacía
Que hace que una vida esté vacía.
1. No tener una vida recta. V 3 “Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.” muchos podemos decir yo no robo ni mato y eso es verdad no hacemos cosas malas pero tampoco hacemos cosas buenas. Para Dios saber hacer lo bueno y no hacerlo es pecado. Santiago 4: 17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” El no tener una vida recta hace que se viva en ansiedad.
2. No someternos a la soberanía de Dios. La desobediencia hace que se viva como en un desierto. V 5-6 “Mas si no oyereis estas palabras, por mí mismo he jurado, dice Jehová, que esta casa será desierta. Porque así ha dicho Jehová acerca de la casa del rey de Judá: Como Galaad eres tú para mí, y como la cima del Líbano; sin embargo, te convertiré en soledad, y como ciudades deshabitadas.
3. Aprovecharse de los demás. V 13 “¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!” para aprovecharse de los demás no se necesita estar en una posesión de autoridad. Muchas personas no teniendo cargos de superioridad se aprovechan de los demás a través de chantajes haciéndose las víctimas. Etc.
4. Llenándonos de vanidad. Las cosas materiales no son las que nos dan valía. V 14 “Que dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y la cubre de cedro, y la pinta de bermellón.” siendo humildes y reconociendo el trabajo de los demás podemos reinar por más tiempo y con alegría. V 15 -16 “¿Reinarás, porque te rodeas de cedro? ¿No comió y bebió tu padre, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien? El juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová.
5. La avaricia. Una persona egoísta y mezquina no puede ser feliz. V 17-18 “Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio. Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío! y ¡Ay, hermana! ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza!” una persona dadivosa es mucho más feliz que una persona tacaña. Hechos 20: 35 “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Muchas veces dejamos que la prosperidad que nos da Dios nos haga sordos y no escuchamos el llamado o la advertencia de Jesucristo. V 21 “Te he hablado en tus prosperidades, mas dijiste: No oiré. Este fue tu camino desde tu juventud, que nunca oíste mi voz.
Jesucristo no quiere llevarnos a la ruina para hablarnos él nos habla cuando lo tenemos todo cuando estamos muy bien el problema es que nosotros no escuchamos por esta razón Dios permite que tengamos momentos de dificultad para que en esa condición prestemos atención.
Siéntete feliz con lo que Jesucristo te ha dado aprende a escuchar a Jesucristo en medio de la prosperidad para que no tengas que pasar necesidades y en esa condición aprender a escuchar a Jesucristo.